Por Franklin Almeyda Rancier
“Prefiero primero oír a los integrantes de este Comité Político, lo diré al final”.
Aquella pregunta la formulé directamente al Presidente Medina, al inicio de la reunión, en abril del 2015. Su respuesta fue esa transcrita entre comillas.
Ahora no puede, Presidente aunque el CP quiera.
Tuvo el apoyo mayoritario de los integrantes de ese organismo, con la excepción de no más de ocho miembros. Hoy sigue igual, pero el país no quiere.
Fue traumático para el Partido y abrumó al Estado; ocurre que la crisis en el partido gobernante, siempre sacude a poderes e instituciones de ese Estado.
Visto a distancia puede explicarse que la reelección del 2016, empezó recién elegido el Presidente Medina, en el 2012, y aún antes de juramentarse, cuando la oposición enfiló cañones contra Leonel, al dejar la Presidencia, y no contra el nuevo gobernante; eso llamó la atención y lo advertí.
Juramentado el Presidente Medina, la mayor presión política fue cayendo sobre Leonel, incluyendo aquello del déficit que insinuaba un delito fiscal; o lo que señaló el mismo Presidente Medina, de que portaba un maletín lleno de facturas de deudas.
Terminando ese 2012, le comenté a Leonel, que debíamos mover al Partido en entorno suyo todo el 2013, aprovechando el segundo centenario del nacimiento de Duarte, los 50 años del gobierno de Bosch y la Constitución del 1963, el 150 aniversario de la Guerra Restauradora, los 50 años del golpe de Estado contra Bosch y los 40 años de fundado el PLD.
En un almuerzo de diciembre de ese año, Leonel, le propuso al Comité Político, estuvieron todos de acuerdo, conmemorar esas fechas y que yo integrara una comisión a esos propósitos; los miembros del Comité Político, distraídos en otros intereses, no requirieron explicaciones. Esos actos se efectuaron exitosamente.
Luego arrojarle a Leonel, el peso de una agresiva campaña que tomó cuerpo, porque del entorno presidencial surgen siempre los más agresivos y atrevidos adversarios, aún contra quien presida el partido gobernante. Se fue osado y se trajo un narcotraficante para agraviar y desposicionar a Leonel.
Estas explicaciones vienen a cuentas, para decir que cuando se sentó el Comité Político, en aquella reunión de abril del 2015, Leonel no tenía una fuerza organizada ni había un rechazo en la población de más de un 74 % contra la reelección.
Por demás, en el 2015, se acordó en el PLD y luego se consignó el transitorio constitucional que le prohíbe al gobernante actual, que es Danilo Medina, reelegirse.
Se invoca que la prohibición viola su derecho a ser elegido. Esa es una disposición constitucional que pone límite al ejercicio personal del poder.
Afirmar lo contrario es ignorar que el 18.5 % de la población electoral, por ser menor de 25 años, no puede candidatearse a senador, conforme al artículo 79 de la Constitución; más aún, el artículo 123 de esa Carta Magna, prohíbe ser Presidente a los menores de 30 años, que conforme al padrón de la JCE son esos 18.5 % y 11.6 % de 26 a 30 años; totalizando 30.1 % de la población electoral.
Es decir, más de dos millones 120 mil dominicanos mayores de 18 años, con derecho a ser elegidos, no pueden ser Presidente ante el impedimento constitucional.
¡Presidente, dígales a los que quieren quedarse, que ahora usted no puede reelegirse!