Por Sin Reservas
El arreglista, cantante, compositor y salsero Víctor Manuel Pérez, conocido en el ámbito artístico como Víctor Waill, quien residía solo en el ensache Luperón, fue encontrado sin vida.
Waill, artífice de acertadas fusiones musicales, nació en Baní, hijo de doña Josefina Pérez Germán, quien falleció a los 83 años de edad, en el año 2017, producto de muerte cerebral.
En abril del 2017, el Concejo de Regidores de Baní, aprobó a unanimidad declarar a Víctor Waill, Hijo Meritorio de la ciudad, por sus grandes contribuciones a la música nacional, y por haber sido considerado el protagonista de la salsa dominicana.
Inició inició su carrera artística de manera formal en la orquesta merenguera Los Beduinos, a finales de los años de 1970.
El artista que en sus inicios residía en el sector Los Cajuilitos, de Baní, contó que antes de iniciar con Wilfrido Vargas, cantaba de manera informal, en una orquesta de Baní, al frente de la cual estaba un señor llamado Tino Peña. Relató que debutó con unos zapatos prestados, ya que no tenía, y con su primer salario, que fue de 15 pesos, se compró un par.
Con Wilfrido, popularizó varios hits musicales en la época como «Charo, charo», «Cachita», «Enrique Blanco» (junto a Vicente Pacheco), «Amigos míos me enamoré» y «Sansón batalla», este último en salsa y que además, concitó mucho éxito, al ser el número uno con la Fania All Stars. Sus fuertes con Wilfrido Vargas, fueron la salsa y la balada.
Tras salir de la orquesta de Wilfrido, militó por un año en «La esencia dominicana», de Sony Ovalles, de quien heredó luego ese proyecto y lo obligó ante la ausencia del maestro a hacerse arreglista del mismo mientras llevaba su oferta por varios países.
A Víctor Waill, hay que reconocerle el mérito de ser el artífice de acertadas fusiones musicales. En busca de un sonido diferente le agregó acordeón típico a algunas canciones sustentadas en el merengue tradicional.
Con más de 40 años de experiencia en el mundo artístico, coqueteando con ritmos caribeños como el merengue y la salsa, Waill también mostró mucha preocupación por la pobre gramática y comunicación que exhiben la mayoría de los nuevos exponentes de la música tropical.
Simultáneamente con sus proyectos personales, Waill, se dio también para producirle a otros artistas y agrupaciones. A Víctor Roque y «La gran Manzana» le orquestó el tema «Mala, mala, mala» y a Fernando Villalona, le hizo los arreglos musicales a éxitos merengueros como «Música latina», «Que lo que» y «María morena».
Víctor Waill, dijo al Caribe, que nunca se sintió merenguero y que los merengueros son Vicente Pacheco, Fernando Villalona, Héctor Acosta, entre otras personas que a su entender tienen voz y timbre para ese género musical
Para Pochy Familia y su Coco Band hizo la música de «El que llora, llora» y «Ya me olvidó tu nombre», entre otros.