Por Juan Tomás Valenzuela El ladrón de Abel Martínez vaticina que es un cuento lo que harían en su momento, Miriam y sus saiyajines. “A mi no hay quien me incrimine” Dijo, dándose en el pecho, el que cometió coecho desde una simple curúl, hasta el puesto de gandul donde recoge desechos. Cundangueando en Puerto Plata, (perdón… haciendo campaña) esta especie de hombre araña que no engaña ni a La Tata, anda con su perorata…
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noviembre 02, 2024
Tampoco es moralmente posible abstenerse, por qué en esta guerra «DECLARARSE NEUTRAL» significa aliarse al enemigo; Vídeo
Por Washington