El geólogo Ingeniero Osiris de León lanzó una advertencia a las autoridades dominicanas sobre el peligro que representa para la salud pública, el manejo incorrecto de las aguas subterráneas.
“Estamos consumiendo aguas defecadas, literalmente” señala de León, destacando que el 90% de las aguas residuales de Santo Domingo, principalmente las aguas descargadas de los inodoros, son vertidas de manera directa y sin tratamiento a las aguas subterráneas, un hecho del que advierte se ha constituido en “una bomba bacteriológica que podría estallar en forma de epidemia colectiva, fruto del consumo de aguas altamente contaminadas con bacterias.
En la reciente publicación del libro internacional “Desafíos del Agua Urbana en las Américas”, donde el capitulo República Dominicana fue escrito por el Ing. de León, el experto explica que las aguas subterráneas reciben descargas de las aguas cloacales de alrededor de 3.5 millones de habitantes que aportan unas 7 mil toneladas diarias de excrementos.
Osiris de León considera que el problema con la calidad del agua debe conducir al país a redefinir sus políticas públicas en materia de manejo del agua potable y saneamiento básico.
Para de León, el principal caso de sobre-explotación de las aguas en el país se origina en las aguas subterráneas de Santo Domingo, donde 33% del suministro proviene de dichas fuentes.
Explica que lo mismo sucede en los polos turísticos Boca Chica, Punta Cana y Bávaro, donde 100% del agua es subterránea, debido a la ausencia de fuentes de agua superficiales.